Episodio 72 - Proyecto Huemul, cuando Argentina sorprendió al mundo con su proyecto nuclear
Estás escuchando The Pocket Spanish Podcast, episodio número 72. Proyecto Huemul, cuando Argentina sorprendió al mundo con su proyecto nuclear. Muy buenas a todos y bienvenidos a un nuevo episodio de The Pocket Spanish Podcast.Si es la primera vez que me estás escuchando, mi nombre es Nicolás, soy de Argentina y en 2023 lancé este podcast con el objetivo de ayudar a estudiantes de español a mejorar su comprensión y aumentar su fluidez. Espero que estén muy bien. Yo estuve un poco desaparecido porque estoy en proceso de mudanza.Tengo que dejar mi departamento en Córdoba, la ciudad donde estudié y en la que viví por ocho años. Así que sí, me voy a mudar, me voy de la ciudad. Muchos de ustedes ya saben a dónde voy a ir, pero la mayoría no.Así que bueno, no se preocupen que en algún otro episodio del futuro les voy a contar bien bien. Así que por eso estoy con poco tiempo, no solamente para crear los episodios sino también para grabarlos. Pero bueno, hoy estamos de vuelta en el podcast con un nuevo tema.Antes de empezar te recuerdo que la mejor manera de ayudarnos es dejando 5 estrellas en Spotify y compartiendo el podcast con tus amigos que hablan español. Además te recuerdo que vas a poder encontrar el vocabulario de este episodio y de los demás en nuestro Instagram y las transcripciones de algunos episodios en www.thepokespanishpodcast.wordpress.com Una última cosa antes de empezar con el episodio. Desde ayer está disponible el primer videoblog del podcast en YouTube.Sí, hay un nuevo formato, el blog, en el cual van a poder aprender vocabulario más de la vida cotidiana, además de saber un poco más sobre mi vida. En este primer blog te cuento un poco sobre mi mudanza y además algunas cosas sobre Córdoba. Así que ya sabes, visita nuestro YouTube y suscríbete al canal para más vlogs.Hoy les traigo una historia que no tiene nada que ver con los hermosos paisajes de la Patagonia, ni tampoco con excursiones o consejos de lugares para visitar. La historia del episodio de hoy es en la Patagonia, pero sobre algo que pasó hace unos años atrás y que no muchas personas lo saben. El proyecto Huemul, un proyecto de científicos nazis en la Patagonia Argentina.Así que si querés seguir escuchando prepárate un té, un café o un mate si sos bien argentino y buena escucha. Muchos de ustedes conocen la Patagonia, una región amada por muchos por sus características naturales, sus paisajes, su gente, su comida y su gran variedad cultural. Pero hoy como te dije no te voy a hablar de eso porque ya tenemos en el podcast un episodio dedicado a esto.Muchos turistas probablemente no saben que en el lugar específico de esta gran región argentina están las ruinas de uno de los proyectos más grandes de la historia. Hace 70 años funcionó en este lugar el primer laboratorio de fusión nuclear del mundo, donde un científico durante el gobierno del presidente de aquel momento, Juan Domingo Perón, intentó algo casi imposible, crear un sol en miniatura. ¿Conocen esta palabra miniatura? Es cuando hablamos de la creación de algo pero a una escala menor que la normal.Hay ciudades por ejemplo en miniatura o personas en miniatura, animales en miniatura, etcétera. Juan Domingo Perón, el presidente de ese momento, estaba en Europa como militar en Italia. En ese momento se dio cuenta que el crecimiento económico de un país estaba relacionado con mejorar la calidad de vida de las personas y sabía muy bien que una política basada en la agricultura no generaba las condiciones de bienestar que él buscaba para los argentinos.Por eso, cuando fue presidente, estimuló la inversión para un desarrollo industrial en el que, según su punto de vista, el estado tenía que tener un papel importante. Pero uno de los problemas que tenía la idea de este presidente eran las personas que elegía para que trabajen con él. Por eso, Perón, que era un admirador de Mussolini y de Hitler, recibió a muchos refugiados alemanes que escapaban de la persecución y también buscó científicos y técnicos en los países europeos pobres que pudieran desarrollar en Argentina proyectos avanzados para lo que era la realidad de América Latina en ese entonces.Así fue como llegó en el año 1947 y con un pasaporte falso otorgado por Buenos Aires Kurt Tank, un ingeniero aeroespacial que tuvo una importante participación en el diseño y la fabricación de muchos de los aviones alemanes que combatieron durante la segunda guerra mundial y que poco antes del final del conflicto se encontraba trabajando en un proyecto de un avión a propulsión. Este ingeniero primero fue a la provincia de Córdoba para iniciar sus estudios y traer a Argentina todo lo que aprendió en Alemania. Bajo su dirección nació el Pulki II, heredero del Pulki I, el primer avión a reacción diseñado y fabricado en América Latina.Este ingeniero sabía que el futuro de los aviones eran los motores de energía atómica. Recomendó al presidente Perón, argentino, al científico austríaco Ronald Ritcher, que según sabía Tank estaba en Europa trabajando en el desarrollo de la fusión atómica controlada para objetivos pacíficos. En agosto del año 1948 este científico austríaco llegó a Buenos Aires y muy pronto tuvo su primera reunión con Perón, que según Tank fue un presidente que en ese momento no se preocupó en buscar más información sobre el proyecto y rápidamente aceptó la propuesta del austríaco, dejando en manos todo el presupuesto y todo el dinero del pueblo argentino en este proyecto.Incluso para evitar problemas buscando dinero para el proyecto, el presidente argentino propuso comenzar a trabajar en el proyecto sin demasiadas complicaciones, utilizando el dinero del fondo para migraciones al que se tenía un acceso directo. En la provincia de Córdoba, el científico Ritcher instaló su laboratorio y se puso a trabajar. Pero a los pocos meses se produjo un incendio que el científico dijo que fue un sabotaje.¿Saben lo que es un sabotaje? Un sabotaje es cuando alguien intenta dañar, destruir o interferir con algo de manera secreta o sorpresiva. Por ejemplo, si alguien corta los cables de la electricidad para que la luz se apague en un lugar o si alguien pone algo en la máquina para que deje de funcionar, eso sería un sabotaje. Otras personas dijeron que fue por un problema estructural y que ninguna persona fue culpable.El ingeniero dijo que el lugar ya no estaba en condiciones para poder seguir con su trabajo y pidió irse a otro laboratorio, en otro lugar en el que pudiera trabajar sin miedo a otros ataques o accidentes. Después de esto se analizaron y se estudiaron los distintos lugares en los que el ingeniero pudiese trabajar y finalmente el lugar elegido fue la isla Huemul, ubicada en el lago Nahuel Huapi, a poca distancia de la ciudad San Carlos de Bariloche en la Patagonia. En ese momento era un pueblo cerca de Chile.Al científico Ritcher le gustó la ubicación, tal vez por lo remota o por su difícil acceso, y muy pronto empezó a trabajar en la construcción de las instalaciones para edificar el reactor nuclear con los planos y las indicaciones del austriaco. Este científico Ritcher era un personaje extraño, por decirlo de alguna manera. Fue un doctor en ciencias naturales titulado en la Universidad Carolina de Praga, aunque algunos investigadores lo ponen en duda.Su experiencia con la energía atómica al parecer se limitaba a algunos experimentos efectuados en un laboratorio casero propiedad de su padre. Incluso en una entrevista se le preguntó por qué un hombre con tanta trayectoria y experiencia no se había ido a trabajar a los Estados Unidos, donde seguramente tendría muchas mejores expectativas. El científico respondió porque en ese país no le habían permitido entrar con su gato.Para que el austriaco pudiese trabajar bien se tomaron diferentes medidas. La primera, para mantener el secreto, una verdadera obsesión de Ritcher, fue rodear la isla con el ejército. También el ejército, a través de sus ingenieros y de acuerdo a planos hechos con Ritcher, fue responsable de las obras, iniciadas en julio de 1949.El clima patagónico no era un problema para los ingenieros. Lo importante era mostrar los resultados a corto plazo y la obra principal, el reactor, de 12 metros de diámetro por 12 de altura y otras construcciones asociadas al proyecto. Estuvieron en condiciones de ser observadas por Perón, el presidente, cuando en abril de 1950 junto a Evita, su esposa, visitó las obras y quedó muy contento con el resultado.Alrededor del reactor nuclear se construyó un edificio con 16 metros de altura y paredes de un metro de ancho. Mientras avanzaba la construcción, Ritcher, que recibió la nacionalidad argentina en marzo de 1950, mismo mes donde se mudó junto a su esposa a San Carlos de Bariloche, pidió ayuda a dos ayudantes, los dos de Europa, porque dijo que ningún argentino podía hacerlo. Cuando se estaban por terminar todas las estructuras y la construcción, apareció en el muro una grieta de poca profundidad.¿Saben lo que es una grieta? Es cuando en una pared aparece una línea que indica que la pared se está rompiendo. El científico Ritcher se enojó muchísimo y pidió reconstruir todo nuevamente debajo de la tierra y eso era más complejo porque había que hacer excavaciones y trabajos enormes en un terreno muy difícil de trabajar. La situación se volvió muy difícil porque el ingeniero, jefe del proyecto, no quiso demoler y reconstruir la construcción.Entonces Ritcher viajó a Córdoba para buscar la ayuda de su amigo Tank. Por supuesto era absurdo demoler una construcción que había costado mucho trabajo y mucho dinero, pero Ritcher, con la ayuda de Tank, consiguió su objetivo y Perón, el presidente, autorizó la demolición. Una demolición, para los que no saben, es básicamente hacer desaparecer un edificio.Es lo contrario a construir, es cuando desaparecen o hacen desaparecer un edificio ya construido. A estas alturas ya no había demasiado dinero y esto obligó al presidente a crear la Comisión Nacional de Energía Atómica y asignarle un presupuesto para poder continuar con las obras. Un organismo que puso a cargo del coronel González, un militar de ese momento, que ya decía que algo no andaba bien en el proyecto, había algo que no estaba funcionando, pero no se animaba o no se atrevía a decirlo para no tener problemas con el presidente Perón.¿Recuerdan el verbo animarse a? Bueno acá tenemos un sinónimo que es atreverse a. Cuando una persona no se atreve a hacer algo es porque tiene miedo o porque está pensando en las consecuencias que eso puede tener. Entonces en este caso el coronel o militar González no se atrevió a hablar con Perón, con el presidente, y decir que el proyecto no estaba funcionando. De una manera más informal podríamos decir no se animó a hablar.Así que como conclusión atreverse a es un poco más formal que animarse a. Lo que hizo este coronel o militar fue controlar y espiar todo lo que hacía el ingeniero austríaco para ver un poco más de cerca el proyecto. Vigilaba su comportamiento y sus ideas. El científico Richard rápidamente dijo que se sentía espiado y que si no lo dejaban trabajar tranquilo iba a abandonar Argentina y el proyecto.En 1950 el militar González tuvo que aceptar lo que quería Richard, que comenzó a gastar mucho mucho dinero en la compra de equipos e implementos. A partir de este momento comenzaron los problemas entre Richard y diferentes empresas de materiales, organizaciones que participaban en el proyecto, y algunas cosas dejaron de funcionar. El tiempo que el ingeniero tenía pensado para finalizar el proyecto empezaba a hacerse cada vez más largo.En medio de todo este conflicto el 16 de febrero de 1951 Richard anuncia sorpresivamente que consiguió el objetivo buscado y así fue como invita al general o militar González. Después de ver la demostración el coronel, que no entiende mucho lo que está pasando, regresa a Buenos Aires y le dice al presidente Perón que repita la prueba frente a un equipo de especialistas o expertos argentinos. El presidente acepta pero la demostración nunca se hizo.Perón, con muchos problemas políticos, necesitaba urgente mostrar algo que sea interesante para los ciudadanos y también para los periodistas. Fue así como presentó al científico frente a toda la gente. Dijo dónde se llevaba a cabo el proyecto y presentó detalles técnicos.Recuerden que todo este proyecto era un secreto. La gente y los argentinos no sabían qué estaba pasando, no sabían nada sobre este proyecto. En su discurso el presidente Perón dijo a las personas, es decir a los argentinos, que en poco tiempo la energía atómica se distribuiría a domicilio, es decir a las casas, en botellas como se hacía en ese momento con la leche y a un precio muy bajo.Es decir que a los argentinos iban a poder tener energía atómica en sus casas a un precio muy conveniente como si fueran a comprar leche. Al día siguiente el científico Richard dio su propia charla llena de datos muy difíciles de explicar y también de entender por periodistas que entendían muy poco sobre la energía atómica, informando en qué consistía y también los avances de su proyecto. Cuatro días después el presidente Perón lo nombra Doctor Honoris, causa de la Universidad de Buenos Aires.Pero informar este secreto significó no solamente en Argentina sino también en el exterior, es decir en el extranjero, que las personas empezaran a opinar y a criticar el proyecto. Los científicos de diferentes países del mundo en este momento tenían muchas dudas sobre este proyecto. Tal vez uno de los más conocidos en este momento para decirlo fue el científico Hans Thuring, director del Instituto Científico de Viena, que a través de las páginas de la revista estadounidense United Nations World preguntó ¿Es la bomba atómica de Perón una estafa? En el artículo sus lapidarias conclusiones fueron hay un 50% de posibilidades de que Perón sea víctima de un fantasioso, un 40% de que sea víctima de un estafador, un 9% de que esté intentando engañar al mundo y sólo un 1% de que esto sea verdad.Es decir, para los que no entendieron, hay muchas probabilidades de que el presidente Perón lo estén engañando, de que este austríaco, científico austríaco, esté engañando a Perón. Y solamente un 1% de que todo esto sea verdad y que toda esta idea del proyecto UEMUL sea un proyecto eficiente y que verdaderamente funcione. Pero el presidente Perón y el científico Richard ignoraron por completo los comentarios negativos y continuaron adelante con el proyecto.Por otro lado, el coronel González opinaba que el proyecto debería ser cancelado, pero Perón estaba enfrentando serios problemas políticos, también la enfermedad de su esposa, y el coronel no quiso agregar otro conflicto a su vida. Así que continuó aceptando la situación y presionando a Richard por resultados que nunca se podían demostrar. En el año 1952, González se fue de vacaciones y cuando regresó se encontró con una sorpresa.El científico Richard estaba en conversaciones con una empresa alemana para cambiar de lugar la planta nuclear. Quería abandonar UEMUL y llevarla a una zona cercana a Bariloche. Esto terminó con la paciencia del coronel argentino, que viajó a Buenos Aires y habló con Perón.Pero el presidente no le dio interés y ese mismo día el militar renunció a su trabajo, es decir, dejó su trabajo. En abril de 1952 se presentó un nuevo militar, que después de visitar la isla UEMUL y entrevistarse con Richard, llegó a la misma conclusión que su anterior compañero. El científico austríaco tenía algún tipo de demencia o enfermedad mental.Continuaba diciendo que había gente que lo espiaba, que lo controlaba y se peleaba con todos, manteniendo actitudes de nerviosismo cuando se le pedía demostrar resultados de su proyecto. Este nuevo militar, el mismo mes de abril, le recomendó al presidente la visita a UEMUL de una comisión de expertos, es decir, que unos expertos científicos vayan a la isla para controlar cómo va el proyecto. Pero el presidente Perón se enfrentaba a los últimos días de vida de su mujer, que murió en julio.Fue así que no atendió de inmediato esta recomendación. En septiembre viajaron a la isla 20 expertos argentinos. Mientras el científico Richard mostraba sus resultados frente a todos estos científicos, estos científicos comenzaron a dudar de todo lo que estaba diciendo y además los experimentos hacían sonidos extraños y explosiones.Todo era muy extraño y fue así que los científicos le pidieron al austríaco repetir los experimentos y las mediciones. La conclusión de los expertos fue bastante negativa. Lo difícil iba a ser decírselo al presidente Perón.Primero lo que hicieron fue enviarle un informe al científico Richard, que respondió dos semanas después aceptando que había algunos errores en su proyecto, pero todavía lo defendía. Después de esto estos científicos enviaron a otros dos expertos para verificar otra vez todo y luego de esto todo fue confirmado en su totalidad. El presidente Perón estaba frente a un loco.El presidente argentino había sido estafado y pronto su imagen caería frente a todo el mundo. El científico Richard se trasladó a vivir a Monte Grande, en la provincia de Buenos Aires, en una casa donde vivió hasta su muerte en el año 1991. Como muchos de ustedes se imaginarán, este científico defendió su proyecto hasta su muerte.En todo caso y con una conclusión positiva se puede decir que este proyecto Wemul fue el inicio del desarrollo de la investigación de la energía atómica en Argentina. Además, gracias a esto se creó el Centro Atómico Bariloche y el Instituto Balseiro de Formación de Ingenieros y Físicos Nucleares y posteriormente la creación del INVAP Investigaciones Aplicadas, fábrica de productos de alta tecnología, todos ellos en la ciudad de San Carlos de Bariloche. Bueno, espero que les haya parecido interesante este episodio.No duden que el vocabulario lo pueden encontrar en el Instagram del podcast. Espero que tengan una muy buena semana y nos estaremos viendo en el próximo episodio. Chau chau.Has estado escuchando The Pocket Spanish Podcast. Más información en www.thepocketspanishpodcast.wordpress.com Vocabulario y frases de este episodio en nuestro Instagram, arroba pocket.spanishpodcast.